La última entrevista del presidente hondureño antes de su detención

MADRID, 28 junio 2009 (AFP) - En su última entrevista antes de su detención, publicada este domingo por el diario español El País, el presidente hondureño, Manuel Zelaya, aseguró que se mantenía en el poder gracias a Estados Unidos. He aquí algunos fragmentos de sus declaraciones.

"Si sigo aquí es gracias a que Estados Unidos no apoyó el golpe", afirmó el presidente hondureño que recibió al enviado especial del diario en la Casa Presidencial.

La madrugada del viernes, "aquí estaba todo listo para dar un golpe y si la embajada de Estados Unidos lo hubiera aprobado, hubieran dado el golpe. Pero la embajada de Estados Unidos no aprobó el golpe", reveló Zelaya.

"Todo estaba listo para el golpe y empezaron a llegar llamadas de fuera del país, de la OEA, del Alba, de Centroamérica, de todo el Caribe... (...) y Estados Unidos se puso muy claramente de parte del Gobierno, no de los golpistas", añadió el presidente, quien consideró que los sucesos en el país responden a "una conspiración para impedir que el pueblo se organice y demande derechos".

El presidente hondureño aseguró que "la Corte confeccionó tres resoluciones para declarar ilegal la consulta del domingo (para permitir la reelección de un presidente, ndlr)".

"El Congreso intentó declararme incompetente para gobernar. Me declaró trastornado, que estaba fuera de mi juicio. Eso lo hicieron para poder pedir después a las Fuerzas Armadas que dieran un golpe", añadió.

El presidente hondureño recordó que el jefe del ejército hondureño "desobedeció una orden del comandante de las fuerzas armadas, que soy yo. Y un militar no puede desobedecer una orden. El ejército tiene que ser un organismo apolítico, no deliberante y obediente".

"Nos costó tres décadas someter a las Fuerzas Armadas al Estado civil y, al desobedecerme, volvieron a convertirse en un Estado atrincherado en los cuarteles", afirmó y aseguró que su intento de abrir la vía a la reelección presidencial no es con vistas a él mismo.

"Yo voy a terminar mi gobierno el 27 de enero de 2010. Pero sí voy a dejar un proceso para abrir la democracia, abrir la economía, abrir la posibilidad de que un presidente pueda ser reelegido en el futuro. Aunque no sé si para entonces voy a estar disponible", dijo.

"No tengo ninguna opción de quedarme en el poder. La única sería romper el orden constitucional y no lo voy a hacer", concluyó.